Beagle

Una de las razas más comunes y apreciadas sin duda, quizás por su afán de complacer a su familia.

Aseo:

Una vez a la semana

Pelo:

Corto / suave

Peso:

10 a 11 kg

Ejercicio:

Los Beagles son perros hiperactivos que necesitan mucha estimulación física. El ejercicio ideal para un Beagle está en salir de 1 a 2 horas diarias. Debido a su naturaleza y al objetivo con el que se crearon, la caza, son perros que necesitan correr, más que un tranquilo paseo por la calle, por lo que ir a un parque donde se pueda desestresar y pueda poner a prueba sus habilidades de rastreo será lo mejor para nuestro amigo tricolor.

Comportamiento:

De las razas más dóciles y adaptativas que existen. De sus orígenes de cazador mantienen el espíritu activo y valiente, con la energía siempre cargada para salir a jugar, mientras que de su etapa como animal de companía mantienen su carácter fiel y cariñoso. Es por eso que son perros que pueden vivir tanto en la comodidad de un piso como en medio de la excitante montaña. A esta raza les encantan los niños, con quiénes pueden jugar horas y horas. Son buenos sabuesos y tienen afición a rastrear y husmear constantemente.

Salud:

En general, se trata de una raza robusta y sana y sin enfermedades genéticas. Su esperanza de vida media es de 10 a 15 años y los problemas de salud que surjen más comúnmente en esta raza giran en torno a la movilidad, ya que pueden sufrir displasia de cadera y tienden a tener sobrepeso. Por otro lado, se deberá tener cuidado con la epilepsia, enfermedad a la que son propensos, y con las infecciones en los oídos.

Nutrición:

Aunque estos perros cuenten con un metabolismo rápido como todos los perros pequeños, lo que significa que queman energía a un ritmo muy alto, son a su vez muy glotones por lo que deberás controlar muy bien las raciones de comida para que tu amigo no llegue a tener sobrepeso.

Origen:

Con los orígenes poco claros, se cree que los Beagles ya tuvieron su antecesor en la Antigua Grecia. Más tarde, la aristocracia inglesa se interesó por sus habilidades de caza y favoreció su desarrollo como raza hasta el punto en que Philip Honeywood y Thomas Johnson la convirtiera en los gentleman ingleses que conocemos ahora.