Ejercicio:

Los Chihuahuas te seguirán el paso allá donde vayas, así que será mejor que no vayas muy lejos. Es una raza muy energética y juguetona pero por el tamaño de su cuerpo no deberían hacer paseos más largos de media hora. La mejor forma de hacerlos: con un arnés en vez de una correa para no ocasionarle problemas en la tráquea.

Comportamiento:

Esta raza no tiende a ser de fácil socialización sino se les fuerza a hacerlo a temprana edad. Les gusta estar en compañía de otros Chihuahuas y hacer clan antes que conocer otras razas o de adaptarse a humanos desconocidos. Por otro lado, es una raza que se muestra inteligente, curiosa, viva y muy afectuosa con aquellas personas “especiales”.

Salud:

El principal problema de salud de un Chihuahua es el mismo que el de todos los perros miniatura, la luxación de rótula o codo. Debido a sus grandes ojos saltones también pueden sufrir nombrosas infecciones oculares, aunque la peor anomalía que puede sufrir son las hidrocefalias (agua en el cerebro).

Nutrición:

Los perros tan pequeños cuentan con un metabolismo rápido, lo que significa que queman energía a un ritmo muy alto. Eso hace que, tanto en el ejercicio como en la comida, las dosis deban ser siempre pequeñas pero contínuas. Muchos paseos cortos durante el día y muchas raciones de comida en pequeñas dosis. Encontrarás raciones de comida pensada especialmente para perros pequeños, que combinan nutrientes fundamentales con pienso más pequeño para que no tengan problemas a la hora de masticar y tragar.

Origen:

Se cree que los Chihuahuas son descendientes de una raza de perro ahora extinguida, los Techichi. Estos perros eran animales de compañía de las familias adineradas de la cultura tolteca, a los que incineraban con sus dueños para que cargasen con sus pecados y la persona pudiera entrar en el otro mundo sin enfadar a los dioses. El Chihuahua aparece gracias a un cruce de esta raza con perros pequeños de México, Arizona y Texas.